domingo, 20 de mayo de 2007

Crónica de dos días intrascendentes que, sin embargo, destaco (I).

Viernes 18. Balance: perfecto en su simplicidad.

A las 8.45 am partimos de San José a la Uruca para entrevistar a publicista del COSEVI, Jamiroquai me hace el camino a la capital en principio tolerable, luego casi bello. En el bus mi buen hermano y yo nos contamos acerca de cómo hemos, primero de mis dudas de la realidad y si de este mundo y esta vida de verdad merecen algo de mi parte, acaso los amigos no son seres que se imaginan mutuamente para demostrar que la soledad también es ficción hasta llegar al punto de que no se sabe cuál de los dos inventó al otro, pero ya no importa así como no importa si el mendigo o el presidente de la república también son delirios colectivos.

Luego nos confiamos profundos secretos que nos angustian, el que me ha hecho la vida tan extraña estos días y el que le ha pesado desde hace tanto, descubro que el mío tiene años de peso que le han intolerable, casi psicotizante. Mucho discutimos, buscamos respuestas, descubrimos de nosotros y entre nosotros hasta que llega el funcionario, aún presente la seducción de las secretarias hacia nosotros en la entrada del edificio, quizá el mundo sea un enorme trastorno histriónico nos digo. Aprender a nadar es cuestión de instinto es la metáfora, nos digo.

La entrevista éxito total: dos funcionarios, ya no habrá que volver, la información es casi demasiada, bastante para nuestro nuevo informe. Alivio para el retorno al humo pestilente, más relajado ambos buscamos líneas de celular que no hallaremos en varios locales de la ciudad, luego el CENAC, we are offering good jobs to young people with leadership and english spoken, level of 90% or more is a must, él se va sin entregar currículum y yo observo que de verdad no quiero, debo salvar mi actual empleo. De vuelta al centro, él quiere ir a casa yo me voy para San Pedro, en Librería selecciono ocho libros para llevarme tres, bien conmigo Borges y el regalo de cumpleaños de mi hermanita.

Voy por pizza a la Calle de la Amargura, llueve mucho, mejor me voy al Internet con el que me inicié, hallo info interesante Enjoy the Silence puede ser un extraño tango pero bien bailado, bien, bien, más videos a mi avidez de imágenes como si todo fuera a verlo más de una vez, bajo tras hora y 34 a local cercano compro sándwich enorme y bueno, algo difícil de masticar mientras veo en catálogo actividades culturales, de verdad hay demasiado para ser visto pero si todo lo viera ya no querría ver nada, noto que quizás no somos omniscientes ni omnipresentes para no quedarnos ciegos, Dios en verdad ha de estar ciego, allí por qué tan eficaz su vigilancia.

Me voy a la Alianza Francesa, cuatro y cuarto, Carlos Roedel me pregunta yo hablo de las bondades del You Tube o Wikipedia, luego de lo mal que anda el Museo sí que sí, fatal, vaya cómo ha decaído, se me grabaran estaría despedido y resulta gracioso.

En la Alianza Francesa sólo Sendoshi y yo, la película del cineasta más viejo del mundo es una verdadera mierda. Una cerveza alemana y se habla por la estación al Atlántico, de vuelta a casa en Heredia, será mi vida de verdad tan bizarra por pasar por tres religiones antes de llegar a ateo en 23 años, discutimos por la imbecilidad del Papa-pedazo nazi de mierda, ¿cómo que el cristianismo no se impuso por la fuerza en América? Cristo será el salvador silencioso de culo fascista, cerdo Palpatine hijo de la gran puta (con perdón de todos menos para él)- la eutanasia estamos de acuerdo, el aborto es complejo, es divertido esto de que se te queden viendo en el bus como a un bicho molesto, bichos molestos somos todos les diría, recuerden que por eso el tiempo nos aplasta a todos y a nuestras obra y a nuestros hijos con su suela de olvido irremediable.

De pronto que si la pena de muerte, pero estúpido Spiderman por no ligarse a Felicia/Black Cat, pero bueno, Mary Jane es mejor que Gwen aunque sea una tonta, hay que aprender de Wolverine que no lo pensó para quedarse con Jean Grey una vez muerto Scott Sommers, gracias Apocalipsis, risas, ¿cómo demonios pasamos a esto?.

De vuelta a casa un poco de Borges, todo está pasando precisamente aquí y ahora, desde hace años lo sé y antes de dormirme me digo, a él tampoco le sirvió de nada saberlo, está tan muerto como yo lo estaré pero quién sabe, tal vez él sí pudo hallar esa eternidad que yo ya no espero.

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