martes, 1 de mayo de 2007

En el autobús.

En mi pecho el hoyo roído por la incertidumbre.

En la sangre el anuncio certero del horror que viene.

Carne que tiembla al despertar en las tinieblas

odiar la luz hasta el rincón en que la piel

se desvanece entre humo respirado y minutos muertos.

Mañana no pienso resucitar.

1 comentario:

noctámbula en línea dijo...

Increíble!
Acá estoy, un poco perdida, pero presente al fin. Prometo reguirte camino al refugio.
Un abrazo, mi amigo.

Levana.