En mi pecho el hoyo roído por la incertidumbre.
En la sangre el anuncio certero del horror que viene.
Carne que tiembla al despertar en las tinieblas
odiar la luz hasta el rincón en que la piel
se desvanece entre humo respirado y minutos muertos.
Mañana no pienso resucitar.
1 comentario:
Increíble!
Acá estoy, un poco perdida, pero presente al fin. Prometo reguirte camino al refugio.
Un abrazo, mi amigo.
Levana.
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