viernes, 11 de mayo de 2007

Memento Mori II

El instante de su rechazo quedó en mis entrañas como presente eterno. Desde entonces cada año halló otra voz de rostro cordial y perfumaba abismos de piel inaprensible.

Mi amiga ha preguntado y los años de no ser suficiente hacen eco en cada mujer atractiva de la avenida. Ninguna sería porque yo no he sido, quizás.

El deseo entonces traspasa tiempos para rebotar en muros de carne plomiza, vuelve rabioso a la raíz de verdaderas lágrimas que ya no tienen por quien brotar al menos esta tarde en que todas volvieron, pasándome de largo nuevamente.

No hay comentarios.: